El viernes 27 de noviembre se informa al Concejo que la decisión final, la última palabra en torno a la adjudicación de la construcción de las Escuelas 381 y 410, a diferencia de lo resuelto en Concejo: la empresa Francisco Castro Urzúa, se cambiaba la adjudicación a otras empresas. El largo proceso, el gran esfuerzo desplegado para garantizar la transparencia debida, fue tirado al tacho de la basura (leer antecedentes) . La ratificación en última instancia correspondió al Intendente de la Región Metropolitana Víctor Barrueto (PPD) quien no considero lo resuelto por este cuerpo colegiado y reemplazó nuestra decisión colectiva, fundamentada técnicamente y a prueba, a mi juicio, de cualquier sospecha; por una decisión que no respetó lo manifestado por el Concejo y que pienso, no contempla estos tres criterios.
Me causa severas dudas, pues estamos hablando de cifras importantes (más de 4 millones de dólares) y la voluntad manifiesta con relación a desarrollar un proceso altamente transparente, con ponderaciones objetivas, una importante y destacada participación de los equipos técnicos del Municipio, no fue relevante en la decisión final.
Me causa gran preocupación, pues es cierto, el Intendente no transgrede ninguna norma, su resolución se ajusta a "Derecho", sin embargo, cuando existe una gran preocupación por erradicar en gran parte de las decisiones públicas la discrecionalidad, esto va en la línea contraria.
Cuando se privatizó la empresa sanitaria de la Octava región ESSBIO, pese a contar con un amplio rechazo (el año 2001 en Concepción participaron en Consulta Pública contra la privatización 136 mil personas) se entregó igual a privados, actualmente en Osorno pese a contar con un amplio rechazo ciudadano su incorporación a la nueva Región de los Rios y en cambio se mantenga en Los Lagos (92,07%), el ejecutivo ya expresó que no considerará esa consulta. Estos ejemplos demuestran que en muchas ocasiones, las voluntades entregadas por espacios locales poco o nada pesan a la hora de definiciones reales e importantes, la descentralización o más exactamente desconcentración que vivimos, no lo tolera. El camino insalvable es trabajar día a día por Autonomia plena comunal, desarrollar Gobiernos Locales y sin duda extinguir todo lo posible la discrecionalidad de las decisiones públicas, cuyo uso indebido, negligente es semilla fértil para espacios de corrupción.
Me causa severas dudas, pues estamos hablando de cifras importantes (más de 4 millones de dólares) y la voluntad manifiesta con relación a desarrollar un proceso altamente transparente, con ponderaciones objetivas, una importante y destacada participación de los equipos técnicos del Municipio, no fue relevante en la decisión final.
Me causa gran preocupación, pues es cierto, el Intendente no transgrede ninguna norma, su resolución se ajusta a "Derecho", sin embargo, cuando existe una gran preocupación por erradicar en gran parte de las decisiones públicas la discrecionalidad, esto va en la línea contraria.
Cuando se privatizó la empresa sanitaria de la Octava región ESSBIO, pese a contar con un amplio rechazo (el año 2001 en Concepción participaron en Consulta Pública contra la privatización 136 mil personas) se entregó igual a privados, actualmente en Osorno pese a contar con un amplio rechazo ciudadano su incorporación a la nueva Región de los Rios y en cambio se mantenga en Los Lagos (92,07%), el ejecutivo ya expresó que no considerará esa consulta. Estos ejemplos demuestran que en muchas ocasiones, las voluntades entregadas por espacios locales poco o nada pesan a la hora de definiciones reales e importantes, la descentralización o más exactamente desconcentración que vivimos, no lo tolera. El camino insalvable es trabajar día a día por Autonomia plena comunal, desarrollar Gobiernos Locales y sin duda extinguir todo lo posible la discrecionalidad de las decisiones públicas, cuyo uso indebido, negligente es semilla fértil para espacios de corrupción.
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