Juanita Carvallo nos privó de su presencia física casi al expirar abril. Una de las vecinas más antiguas de la Población MEMCH, llegó cuando aún los potreros dominaban el territorio, cuando se debían hacer norias para extraer agua, cuando recién se iniciaba la construcción de nuestro paisaje comunal.
Desde Barrancas hasta Cerro Navia en un continuo recorrer cronológico, hemos visto cambios importantes, es imposible desconocerlos, decir que nada se ha hecho, que está todo mal.
Sin embargo, es doloroso e insoportable, el despilfarro de recursos públicos (de todos y de cada uno de nosotros) realizado en la Corporación de Cerro Navia. El multimillonario déficit, más de $1.300.000.000 (mil trescientos millones de pesos), daña de manera especial a los más humildes de nuestros vecinos, a nuestros niños, a nuestros adultos mayores… se profundiza la ausencia de medicamentos en los consultorios, de horas médicas, de más apoyo a las familias más humildes. Inversiones deben suspenderse y, en el mejor de los casos, aplazarse a objeto de destinar los recursos a paliar el hoyo comunal.
Es imprescindible hacer las cosas bien y a la primera, es un imperativo ético, no se puede seguir actuando de forma negligente cuando hay tanta carencia, tengo la convicción que cuando a un Municipio le va mal, quien más sale perjudicado es el que menos tiene. Seguiré aportando ideas, críticas y trabajo para contribuir a engrandecer nuestra comuna.
Nuestra memoria histórica, esa que habla de gente digna, de manos generosas, manos de obrero, de personas honestas y orgullosas, debe transformarse para nosotros en una guía, que cual faro nos permita reconstruir un nuevo proyecto de desarrollo para Cerro Navia, para transformarlo en un espacio geográfico único, un territorio mucho mejor; en esto radican mis sueños y mis mayores esfuerzos. Una comuna que se desarrolle en base al respeto, con profunda alegría, las manos limpias y la frente en alto.
Se lo debemos a muchos que pelearon, pelean y pelearán por un mejor lugar para vivir, por Salvador, por Víctor, por Laura, por Gladys y también, sin duda alguna, por Juanita que nos privó, sólo, de su presencia física casi al expirar abril.
Desde Barrancas hasta Cerro Navia en un continuo recorrer cronológico, hemos visto cambios importantes, es imposible desconocerlos, decir que nada se ha hecho, que está todo mal.
Sin embargo, es doloroso e insoportable, el despilfarro de recursos públicos (de todos y de cada uno de nosotros) realizado en la Corporación de Cerro Navia. El multimillonario déficit, más de $1.300.000.000 (mil trescientos millones de pesos), daña de manera especial a los más humildes de nuestros vecinos, a nuestros niños, a nuestros adultos mayores… se profundiza la ausencia de medicamentos en los consultorios, de horas médicas, de más apoyo a las familias más humildes. Inversiones deben suspenderse y, en el mejor de los casos, aplazarse a objeto de destinar los recursos a paliar el hoyo comunal.
Es imprescindible hacer las cosas bien y a la primera, es un imperativo ético, no se puede seguir actuando de forma negligente cuando hay tanta carencia, tengo la convicción que cuando a un Municipio le va mal, quien más sale perjudicado es el que menos tiene. Seguiré aportando ideas, críticas y trabajo para contribuir a engrandecer nuestra comuna.
Nuestra memoria histórica, esa que habla de gente digna, de manos generosas, manos de obrero, de personas honestas y orgullosas, debe transformarse para nosotros en una guía, que cual faro nos permita reconstruir un nuevo proyecto de desarrollo para Cerro Navia, para transformarlo en un espacio geográfico único, un territorio mucho mejor; en esto radican mis sueños y mis mayores esfuerzos. Una comuna que se desarrolle en base al respeto, con profunda alegría, las manos limpias y la frente en alto.
Se lo debemos a muchos que pelearon, pelean y pelearán por un mejor lugar para vivir, por Salvador, por Víctor, por Laura, por Gladys y también, sin duda alguna, por Juanita que nos privó, sólo, de su presencia física casi al expirar abril.
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