Recuerdo que tiempo atrás, un viejo y respetable hombre de mi comuna en el medio de una conversación me sincera: “..nosotros íbamos a los cuarteles, a los regimientos, les golpeábamos las puertas y cuando salían les tirábamos maíz, los demócrata cristianos tenemos una gran responsabilidad en el Golpe”. Noble autocrítica de este, para muchos, perfecto desconocido, relevante en cuanto ser capaz de aportar en la visión completa del proceso que culmino con el quiebre institucional del país.
Las palabras del embajador de Venezuela, Víctor Delgado, que cual alas de mariposa desato tan destemplado tsunami político, dejan en evidencia la inmensa deuda con nuestro pasado y futuro por parte de la Democracia Cristiana que apoyaron, instigaron e incentivaron, por acción y omisión, el Golpe de Estado, me parece impresentable que posteriormente aparezcan como los padres de la democracia y el respeto a los Derechos Humanos.
Personeros de la Alianza por Chile, a pesar de las kilométricas distancias y diferencias que nos separan, al plantear su mea culpa y postular un “nunca más” han entrado y dejado el balón en la cancha, la pregunta es si la DC se atreve a jugar, el problema no es Delgado, el problema es asumir su responsabilidad
Comentarios